domingo, 27 de febrero de 2011

CAGNES-SUR-MER

Es uno de los sitios que más me ha gustado hasta ahora, después de Eze, justo la idea que tenía de la Provence. Está a escasos 10 minutos en autobús de Niza. Cogimos el bus 400, pagamos 1 euro y nos dirigimos hacia allí. Cuando llegas, puedes ir andando unos 10 minutos, hasta el punto donde puedes ir a la derecha al Museo Renoir o a la izquierda, a coger el mini bus gratuíto que te sube a la zona medieval, Haut de Cagnes, donde está el castillo-museo Grimaldi. Nos costó 2 euros la entrada con el carnet de estudiante, y hay entradas combinadas del castillo y el Museo Renoir. Tiene un horario un poco raro, de 10 a 12 y de 14 a 17. Nosotros llegamos justo a las 12, y nos tocó esperar, afortunadamente, porque nos dió la oportunidad de perdernos por la ciudadela y comer en un sitio estupendo. Son todo callejuelas llenas de escaleras y casitas encantadoras, una de ellas, era de 1315 y está rehabilitada, es la de la foto. hay varios restaurantes pequeñitos, nosotros comimos en uno frente al castillo, y no fue caro y la comida estaba muy rica, comida francesa, pescado a la parrilla, quesos y buen vino.
Después entramos en el castillo, comprado en 1939 por el municipio, fue transformado en museo en 1946. Tiene colecciones sobre el olivo, objetos del período romano y la donación de la cantante Suzy Solidor de varios cuadros suyos y algunas cartas y un traje de época. Si subes a la torre, hay vistas bonitas de todo Cagnes Sur Mer.
La finca Renoir: en 1903, el pintor Pierre-Auguste Renoir, compró una finca en la colina les Collettes donde vivió hasta su muerte en 1919. La casa está muy bien cuidada, en un entorno precioso, con muchos objetos personales del pintor y varios cuadros de pintores que pasaron allí temporadas. También puedes visitar su estudio, todavía con caballetes y una de sus sillas de ruedas. Me gustó mucho.

Otras cosas para visitar allí son el Hipódromo, fundado en 1952 y uno de los más importante de Francia, junto al mar. Intentaremos ir de aquí a finales de abril, porque está muy cerca de aquí y puede ser interesante.
Por último, la Iglesia Saint-Pierre, iglesia dedicada a San Pedro, patrón de los pescadores, que para algo es una villa marítima, conocida cómo iglesia amarilla. Es pequeñita y está en el mismo paseo marítimo, que es la zona de Cros-De-Cagnes, pero no pudimos entrar porque estaba cerrada.

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